Pandemia
y durante la Pandemia intervenirla
Obra original
Obra invertida
Obra intervenida
Matera, i Sassi
Mostra insternazionale di Pintura
Texto curatorial por
Pino Nicoletti
Invitación
Pino Nicoletti
Invitación
María Inés, con gran claridad y simplicidad, transmite a sus obras la música de sus colores, utilizando a veces los mismos instrumentos musicales, que se vuelven esculturas pintadas. La artista ama la elegancia del signo, que comprende solo lo fantástico dentro de una visión y de una esperanza. Las Divinidades griegas se vuelven resonancia de secretas emociones, un modo para expresar los contenidos del pensamiento en el laberinto de sus signos abstractos y seductores colores. La artista sobrepone las divinidades a los hechos y a los recuerdos, partiendo de la oscuridad de una experiencia colectiva arcana desde donde escapa una espléndida luz hecha de destellos repentinos deslumbrantes.
El signo inciso en la lámina se vuelve un bisturí que abre un cuerpo, verificando su contenido cognitivo. María Inés da vida a una cosmogonía articulada que absorbe mitología, arqueología, música y color en un cambio continuo de elementos. El aguafuerte-aguatinta viene seducido por la forma, arrastrada en una religiosidad primitiva que reemerge del pasado, como desde el reino de los muertos. La artista busca penetrar en el misterio de las Divinidades para definirlo, para expresarlo, para atravesarlo en su mítico viaje. Entrando en en la Divinidad, María Inés entra en el corazón de las cosas y así el mito se transforma en una bella fábula con su ritmo, su música y sus imágenes.
Un viaje entre héroes
y dioses
«Y me pregunto ¿Qué saco con saber dónde estoy si no sé hacia dónde me dirijo? Entonces el grabado comienza a explorar paisajes psíquicos como el equilibrio y la dirección de mi obra que es mi vida íntima».
A través de una detallada investigación de la figura humana, los dioses y héroes griegos, la psiquis, los paisajes de Chile y sus experiencias de vida, María Inés Rivera construye una obra que nos invita a reflexionar sobre la condición humana. Rivera trabaja en Santiago de Chile, donde vive, y en Panguipulli, donde posee un taller. Se formó en escultura en Bellas Artes en la Universidad de Chile y realizó estudios de grabado en talleres en Chile y México. Fue en esa universidad donde se acercó por primera vez al arte griego antiguo que, con los años, se volvería un importante disparador de su obra. Ha exhibido en la Casona Cultural de Panguipulli, y su próxima exposición, VIATICUM, se realizará en el Castillo Wulf en Viña del Mar. A nivel internacional ha expuesto en el Museo Zorrilla en Montevideo, Uruguay, y en varias galerías de arte en México, España, Nueva York y Washington D.C., donde tendrá una muestra individual en la Embajada de Chile.
La serie de grabados de Destellos Materias Permanencias explora en gran profundidad la mitología griega, y cada obra representa a un dios distinto atravesado por la atenta mirada de Rivera. Este grupo de obras le demandó ocho años de trabajo para su finalización. Cuando se le pregunta a la artista sobre su proceso creativo, ella responde: “Lo resumo como un viaje que comienza en la escultura con dos seres, hombre y mujer, que como manchas en el espacio los invierto en la gráfica, los instalo con la cabeza en la base. De allí surgen los veleros, la navegación… Y me pregunto ¿Qué saco con saber dónde estoy si no sé hacia dónde me dirijo? Entonces el grabado comienza a explorar paisajes psíquicos como el equilibrio y la dirección de mi obra que es mi vida íntima. Los triángulos de las velas serán después los torsos de los dioses del Olimpo. Con ellos me sumerjo aún más en el misterio de la psiquis humana y exploro el grabado con todas sus técnicas en cada dios”. Rivera se acerca a estas historias de héroes y dioses griegos buscando, como todos hacemos, respuestas. Estos mitos que revelan fragmentos de los misterios del comienzo de la historia pero que a su vez hablan de las vidas humanas, de nuestros errores e intentos de cambiarlos.
Su enamoramiento hacia los procesos y la materialidad de los elementos necesarios para el grabado y la escultura juegan un rol importante en su obra. Dentro del grabado, Rivera trabaja el huecograbado, la aguatinta, la puntaseca y el aguafuerte. Utiliza placas de gran tamaño ya que esas dimensiones le facilitan marcar libre y expresivamente la plancha de metal, casi como si fuese una pintura. Tras realizar los grabados de dioses vio la necesidad de crear también a los héroes, haciéndolos a partir de tierra fundida. Para Rivera la escultura y el grabado son dos caras de un mismo todo: “Ambas son navegaciones profundas que me muestran mi propio viaje que hago entre héroes y dioses”. Esto se traduce en una práctica casi simultánea de ambos procesos en su taller.
Una de sus más recientes series consiste en esculturas de héroes realizadas a partir de fragmentos de otras esculturas de gres y fierro fundidos. Rivera estaba en realidad trabajando en obras que fueron en gran parte destruidas por el terremoto. Cuenta que mucha gente se acercó a su casa con sus esculturas dañadas. Arregló aquellas que pudo y el resto quedaron en su taller. “Entonces las tomé con cariño y como si fueran cada una pedazos de mi vida entera, comencé a levantarlas y brotaron verdaderas manchas en el espacio mucho más expresivas que las de un comienzo”. Así, comenzaron a emerger formas que se convertirían en este intrigante grupo de obras. Figuras humanas en las que priman las texturas, los juegos de colores tierra y las formas torcidas por el poder del fuego. Parejas o grupos de personas que se abrazan, que surgen unidos por el fuego, casi como las experiencias nos unen como humanos.
Dado que las materias primas que Rivera utiliza en su trabajo escultórico son la tierra y los metales, no es casual que el paisaje y la naturaleza salgan a relieve en su obra una y otra vez. La artista se alimenta visualmente de los cerros, el paisaje de Valparaíso, como también del agua y los volcanes de Panguipulli. Quizá la cercanía de esta localidad con comunidades mapuches la esté llevando a acercarse a esos saberes del mismo modo que ya ha sintetizado la tradición griega en sus grabados.
Reportaje
Arte Al límite
por
Ayelen Pagnanelli Argentina
Vientos
para un violín
Pintándo la música II
de Panguipulli
VIENTOS PARA UN VIOLIN resonando en el azul del lago Panguipulli y BACH, ejecutando su aire, surgieron como dos embarcaciones que navegan guiados por tres puntos ...el norte...donde estoy y la meta-fora de un viaje.
Invitación
Afiche
Afiche
SANTIAGO _CHILE