Matera, i Sassi

Mostra insternazionale di Pintura

Italia 2017

Demeter
Efesto


Texto curatorial por
Pino Nicoletti
Invitación

Mapas para navegantes, ruedas de bicicletas, veleros, violines pintados, partituras, gaiteros mágicos, Divinidades del Olimpo (Hermes, Apolo, Afrodita, Artemisa), perfiles recién esbozados: todo viene inmerso en un ritmo poético absoluto, que corresponde a las pulsaciones de la artista chilena. Toda esta simbología viene expresada en las obras gráficas en modo apropiado y con una gran capacidad incisoria. Los contenidos de las láminas (de notables dimensiones) fluyen como el viento y las olas del mar, incluso en la consistencia de la materia. Tales objetivos se logran en virtud de una gran pasión y energía de la artista, dotada de fuerza que traspasa, salda y revive las obras realizadas. 

María Inés, con gran claridad y simplicidad, transmite a sus obras la música de sus colores, utilizando a veces los mismos instrumentos musicales, que se vuelven esculturas pintadas. La artista ama la elegancia del signo, que comprende solo lo fantástico dentro de una visión y de una esperanza. Las Divinidades griegas se vuelven resonancia de secretas emociones, un modo para expresar los contenidos del pensamiento en el laberinto de sus signos abstractos y seductores colores. La artista sobrepone las divinidades a los hechos y a los recuerdos, partiendo de la oscuridad de una experiencia colectiva arcana desde donde escapa una espléndida luz hecha de destellos repentinos deslumbrantes. 

El signo inciso en la lámina se vuelve un bisturí que abre un cuerpo, verificando su contenido cognitivo. María Inés da vida a una cosmogonía articulada que absorbe mitología, arqueología, música y color en un cambio continuo de elementos. El aguafuerte-aguatinta viene seducido por la forma, arrastrada en una religiosidad primitiva que reemerge del pasado, como desde el reino de los muertos. La artista busca penetrar en el misterio de las Divinidades para definirlo, para expresarlo, para atravesarlo en su mítico viaje. Entrando en en la Divinidad, María Inés entra en el corazón de las cosas y así el mito se transforma en una bella fábula con su ritmo, su música y sus imágenes.